La momificación se realizaba en lugares especialmente montados para este propósito, y había distintos procedimientos según la importancia y los recursos del muerto.
[1] Durante el proceso se repetían invocaciones y rituales, y después de la momificación los sacerdotes de Anubis acompañaban al fallecido hasta la tumba por un camino ceremonial, que en el caso de los faraones se construía ex profeso.
[2] A la entrada de la tumba (aunque el lugar podía ser otro) y sobre una estatua o la propia momia, el sacerdote realizaba la ceremonia de Apertura de la boca y los ojos, cuya finalidad era devolverle la capacidad de moverse, hablar y comer en la otra vida.
Tras purificar el lugar se hacía lo mismo con los asistentes: A continuación la momia era acompañada a su cámara funeraria y se sellaba el lugar, donde ya se había dejado el ajuar necesario para la otra vida.
La asociación de Anubis con los perros o chacales probablemente surge debido a que estos merodeaban habitualmente cerca de los cementerios.