Las mujeres serranas suelen preparar cuando un familiar o un amigo se va a casar.
Son parecidos a los pestiños, pero más suaves, finos y sin miel.
Se mezcla el aceite, con el agua, el huevo batido y el azúcar.
Hay que amasarla muy bien y dejar levar durante dos horas mínimo.
Se extiende con un rodillo hasta que quede una masa muy fina.