Algunos tipos especializados, tales como el lápiz de un carpintero todavía se afilan con cuchillo, debido a su forma plana.
Estos sacapuntas pueden ser sencillos o estar incluidos en un plástico (envase) destinado a contener las virutas que se generan durante el proceso de sacar punta al lápiz.
Incluye una manivela como parte principal para accionar el instrumento y en su interior contiene una o dos cuchillas cilíndricas que afilan el lápiz.
La cubierta de estos sacapuntas constituye un depósito para las virutas del lápiz que necesita ser vaciada periódicamente.
Para usarlo, se introduce el lápiz en la abertura con una distancia adecuada con la que se desea afilar el lápiz y se inicia a dar vueltas a la manivela en sentido de las manecillas del reloj, esto rota el sistema de cuchillas cilíndricas colocadas dentro del mecanismo en cierto ángulo una respecto a la otra consiguiendo así afilar rápidamente el lápiz.
Estos sacapuntas afilan muy uniformemente, en forma cónica perfecta, la parte de madera del lápiz, dando así mucha mayor comodidad a la escritura, pero llega a quedar la punta, la cual debe afinarse posteriormente con un sacapuntas portátil de mano.