Sacanta
Miller, en agosto de 1910, procede a amojonar 4 hectáreas divididas en 10 lotes, y planta un mojón maestro para que luego se pudieran trazar las demás manzanas.El paso era todo un acontecimiento, ya que se congregaba un montón de vecinos para verlo.La primera far- macia la estableció la familia Ñañez Dávila; doña Carmela Zago, la partera; el Turco Flores y su surtidor de nafta.Al fallecer Don Miguel Ferrero, su esposa Juana Dall ' Ágata tenía una casa de alto (dos pisos) que la usaba para alquilar piezas (inquilinato), en el lugar aproximado donde se encuentra la Casa Huerta; una tormenta fuerte le arrancó el techo (según testimonio de Clara Ferrero) y posteriormente la demolieron.Las chapas de zinc podían verse enroscadas en los árboles y algunas como a diez cuadras.En los comienzos del pueblo, los conocimientos eran dictados por maestros particulares que enseñaban en casas de familias.En el año 1927 esta escuela debió trasladarse, para instalar en este lugar un colegio primario nacional.Es por ello que la escuela se traslada a la propiedad del señor Mario Spesso; en ese mismo año, la señora Juana Dall'Agata de Ferrero dona un lote para la construcción del edificio escolar, frente a la actual Plaza San Martín.El diseño estuvo a cargo del Arquitecto Ingeniero Ignacio Rodríguez y su ayudante Don Pinot Ferrero.Mientras se activaba la construcción de la Iglesia, oficiaban su culto en una pequeña Capilla en San Agustín cuando venía el Misionero.La cancha de fútbol inicial se ubicaba en lo que es hoy la plaza General San Martín.Este colegio funcionó hasta el año 1980, fusionándose luego con la escuela Provincial Ituzaingó.Cuando se comienza a formar el pueblo se crea una estafeta postal que recibía la correspondencia a través del Ferrocarril Central Argentino; los primeros jefes de estación son los Señores Pedro Gurgui y Domingo Campos.En esa época, cuando prácticamente no existían depósitos a granel, había una cosecha casi entera que corría el peligro de deteriorarse porque estaba depositada una parte en galpones y otra en estibas de bolsas a la intemperie.Restituta de Sánchez), trabajó como peón en los silos y pos- teriormente ocupó altos cargos en diversas entidades agropecuarias, según testimonio del Sr. Atilio Ribodino.Con anterioridad a la fundación de este banco, las operaciones bancarias se hacían en Villa del Rosario y posteriormente en Las Varillas.Se comienza con la fabricación de arados múltiples, implemento para labranza tirado por caballos, ya que existían en la zona muy pocos tractores.Este establecimiento educativo comenzó a funcionar en las instalaciones de la Escuela Nacional n.º 284; en sus inicios fun- cionaba el turno nocturno.En la actualidad brinda un espacio abierto integral a la niñez en situación de riesgo psicofísico, social y pedagógico.Además, se contribuye allí a la prevención de la desnutrición infantil mediante una dieta equilibrada.También para el señor Gamero, un hecho importante fue la instalación del molino harinero Italo-Argentino de los hermanos Mazzola.El día de la fiesta del pueblo se decía Misa, se realizaba una Procesión con los Santos: San Antonio, San Miguel, Corpus Christi, San José, y para Semana Santa: Jesucristo, la Virgen Dolorosa y la Custodia y un baile a la tarde cita en el cual tocaba la Banda del Pueblo o Bandas de Pueblos vecinos.El baile empezaba alrededor de las 20 y terminaba a las 24, cuando daban la señal del corte de luz, y ésta se cortaba a las 0:30 h. Para las fiestas del Pueblo se hacían "retretas".Cabe destacar que cruzaba por esta zona del monte un camino denominado "El carril de los Santiagueños", ya que estos lo utilizaban para dirigirse a Santa Fe a recolectar el maíz; venían en carros, en burros, trayendo mercancías típicas (arrope, mantas, cueros) para vender en aquella provincia, y a la vuelta pernoctaban en la isleta de Los Moyes (conocida en la actualidad como Monte de Romano).Quedó registrada también la presencia de los indígenas en la leyenda: "La Isleta del Indio Blanco"; este indio asaltaba las dili- gencias que se dirigían desde Córdoba a Buenos Aires en la zona de Villa María, y para evitar las milicias se refugiaba en una isleta ubicada a 7 kilómetros al oeste de Sacanta, dándole así nombre al lugar que se conoce como "La Isleta del Indio Blanco".El Maestro Carlos Scalambro, residente del lugar, tiene la convicción de que la palabra Sacanta se relaciona con monte y laguna, ya que en la Estancia Sacanta, conocida desde hace muchos años, hay una laguna y montes.Si bien la Pedanía Sacanta todavía no existía con ese nombre, esto hace suponer que ya recibía esa denominación.En el año 1900 existió un proyecto del gobierno provincial para la construcción de una escuela en San Agustín, que, aunque no se llevó a cabo, deja demostrado que en esa fecha se designa con dicho nombre al pueblo.Años más tarde se trazaron las calles y se lotearon las man- zanas, quedando de esta manera conformado el Barrio San José, tomando el nombre en honor al Señor José Crosetti.La producción láctea también tienen relevancia en la economía local, aunque con el tiempo y por condiciones favorables para la agricultura en desmedro por la lechería, esta última se va reduciendo.