Sabio (filosofía)

Un sabio (en griego antiguo: σοφός, sophos), en filosofía clásica, es alguien que ha alcanzado la sabiduría.

Entre las descripciones más antiguas del sabio se encuentra la esfera (Sphairos) de Empédocles.

Horacio describe al Sphairos como "completamente dentro de sí mismo, bien redondeado y esférico, de modo que nada extraño puede adherirse a él, debido a su superficie lisa y pulida".

Karl Ludwig Michelet escribió que "la religión griega culminó con su verdadero dios, el sabio"; Pierre Hadot desarrolla esta idea, afirmando que "en el momento en que los filósofos logran una concepción racional de Dios basada en el modelo del sabio, Grecia sobrepasa su representación mítica de sus dioses".

[3]​ Epicuro creía que se lograría la ataraxia mediante un estudio y examen intensos de la Naturaleza.

Las dificultades de la vida que enfrentan otros seres humanos (enfermedad, pobreza, críticas, mala reputación, muerte, etc.) no pueden causar ningún dolor al sabio, mientras que las circunstancias de la vida buscadas por otras personas (buena salud, riqueza, alabanza, fama , larga vida, etc.) fueron considerados por el sabio estoico como externos innecesarios.

Esta indiferencia hacia lo externo fue lograda por el sabio a través del conocimiento correcto de las impresiones, un concepto central en la epistemología estoica.

[22]​ Marco Aurelio define al sabio como alguien "que tiene conocimiento del principio y del fin, y de esa Razón omnipresente que ordena el universo en sus ciclos determinados hasta el final de los tiempos".