A veces, la e protética se refleja en la escritura (estudio < studium), mientras que en otros casos, particularmente cultismos y préstamos recientes, no es así (statu quo, slip).
Finalmente, en algunos casos, particularmente ante ce o ci, se adaptan suprimiendo la «s», como en los cultismos latinos cetro (< sceptrum) y ciencia (< scientiam).
Sin embargo, escéptico y escita siguen la regla general de preceder la s por e.
En italiano[nota 2] la s líquida tiene uso frecuente, y no tiene mayores consecuencias fonéticas, pero sí gramaticales.
Esto justifica la regla gramatical que impone cambiar, ante sustantivo o adjetivo masculino, los artículos acabados en consonante (el determinado il y el indeterminado un) por otros acabados en vocal (lo y uno), para no violar la rítmica natural del idioma.