Tras el fin de esa guerra fue vendido en 1899 a la Compañía Trasatlántica Española, que lo renombró como Alfonso XII[2], siendo desguazado en Italia en 1926.
Navegó durante sus seis primeros años para la compañía alemana Norddeutscher Lloyd y fue comprado en 1898 por el gobierno de España con el nombre de Meteoro para reconvertirse en un crucero auxiliar para la guerra guerra hispano-estadounidense y ser vendido en 1899 a la Compañía Trasatlántica Española.
El barco fue habilitado especialmente para esta ocasión como buque real, con la categoría de crucero auxiliar, constituyendo todo un éxito para la naviera que vio como todos los servicios funcionaron a la perfección y el buque tuvo un comportamiento excelente durante la singladura, a pesar de que tuvieron un viaje muy duro por las condiciones de la mar hasta la llegada a Tenerife.
Cuatro años después, en 1910, al mando del capitán Manuel Deschamps, el barco efectúa otro servicio extraordinario, esta vez a Buenos Aires, en el viaje que realiza la Infanta Isabel de Borbón en representación del Rey Alfonso XIII con motivo de los festejos conmemorativos del centenario de la independencia de la República Argentina.
El buque continuaría realizando sus recorridos habituales -Mediterráneo, Nueva York, Cuba y México- hasta el año 1926 en que se produce una reestructuración en todas las líneas de la compañía, llegando hasta aquí la larga vida del vapor Alfonso XII, que fue vendido como chatarra y desguazado en Italia en 1926.