[2] El país escandinavo siguió teniendo la propiedad del barco hasta 1940, cuando Alemania invadió Noruega.Mientras esto sucedía, el Jacob Christensen estaba amarrado en el puerto de Rochefort, Francia debido a un problema en el motor.[3] Este submarino ya venía de atacar en Bilbao al Hochheimer, de 1 762 toneladas de registro bruto (TRB), que iba protegido por los patrulleros alemanes “V-402” y “V-405”, alcanzando con sus torpedos al mercante alemán que se hundió pasada la medianoche.El gobierno británico pidió disculpas por la violación de las aguas jurisdiccionales españolas, descargando toda la responsabilidad en el comandante del submarino.[4] Hoy en día su pecio sigue ahí y se puede visitar buceando.