Pratt & Whitney TF30

El Pratt & Whitney TF30 (designación de la compañía: JTF10A)[1]​ fue un motor aeronáutico turbofán de bajo índice de derivación originalmente diseñado por Pratt & Whitney para el portamisiles subsónico F6D Missileer, pero ese proyecto fue cancelado.

Posteriormente fue adaptado con un postquemador para diseños supersónicos, convirtiéndose de esa forma en el primer turbofán con postcombustión de la historia, y se usó para propulsar los aviones F-111 y F-14A Tomcat, así como las primeras versiones del A-7 Corsair II sin postquemador.

El primer vuelo del TF30 fue en 1964 y su producción continuó hasta 1986.