Comenzó el 15 de febrero con el partido entre los australianos Melbourne Rebels y Western Force y finalizó el 3 de agosto con la final entre Chiefs y Brumbies, donde el cuadro neozelandés logró su segundo título, a la vez que logró defender la corona.
Los quince participantes se dividen en tres conferencias, una por cada país, y cada una con cinco equipos.
También se otorgan puntos bonus: Una vez disputados los dieciocho encuentros, se ordenan a los equipos en tablas de posiciones, clasificando a la próxima fase un equipo por conferencia; el mejor de la misma, y los restante tres mejores que se obtienen de la tabla general.
De los seis participantes, los dos mejores avanzan a las semifinales, mientras que los cuatro restantes juegan la reclasificación.
La serie por el descenso se disputó entre el peor combinado de la conferencia sudafricana y el equipo que no participó en esta temporada, resultando ganador este segundo y así obteniendo la posibilidad de jugar el Super Rugby 2014.