[7] Este síndrome ha aparecido en la literatura médica con diversos nombres, como osteomielitis crónica multifocal recurrente (OCMR), artrosteitis pustulosa, hiperostosis esternoclavicular o espondiloartropatía asociada a acné.
[9][10] Sin embargo, el posible papel patogénico de éste u otros gérmenes, en un paciente predispuesto genéticamente, resultando en una respuesta inflamatoria exagerada, como una osteitis reactiva, es una hipótesis no probada.
[10] Otros investigadores han especulado con un posible origen autoimmune, pudiendo presentar estos pacientes una elevada respuesta a la bacterias intestinales mediada por la síntesis de NOD2/CARD15 en el inflamasoma.
[15] El diagnóstico del síndrome SAPHO se basa en los datos clínicos y radiológicos, no existiendo marcadores específicos, ni hallazgos histopatológicos concluyentes.
[16] Diversas terapias han demostrado su utilidad en estos pacientes, incluyendo AINEs, colchicina, corticoides, sulfasalazina, metotrexate, leflunomida y retinoides.
[23] El pronóstico a largo plazo suele ser bueno, aunque en ocasiones puede seguir un curso tórpido e incapacitante.