Por ello, sus setas pueden presentar varias tonalidades, principalmente rojo purpúreo o carmín y, a veces, ocre.
[2] El cuerpo fructífero presenta un sombrerillo de entre 5 y 15 centímetros de diámetro, convexo en ejemplares jóvenes, que posteriormente toma forma aplanada y finalmente queda deprimido en el centro, conservando el borde replegado hacia el interior.
La cutícula es lisa, viscosa en ambientes húmedos y ligeramente separable cerca del borde.
La carne es compacta y dulce, de color blanco, aunque bajo la cutícula presenta un color rojizo purpúreo,[2] y desprende un característico aroma a marisco cocido, que se hace más patente conforme la seta envejece.
[6] A veces se le encuentra en bosques de árboles caducifolios, como hayas o robles.