Comenzó a estudiar leyes, pero decidió cambiar su vida para hacerse sacerdote al ingresar al Seminario de Santiago.
En Tacna recuperó el estandarte chileno perdido en la batalla de Tarapacá.
En 1881 regresó a Chile como héroe, continuando con su carrera sacerdotal.
Fundó en Santiago la Iglesia de Santa Filomena en 1894.
[1] En las comunas de Providencia, Quintero y Ñuñoa, la calle Marchant Pereira recuerda al sacerdote.