En 1988 contribuyó con 23 goles para que el equipo gane el título de liga por primera vez en su historia.
Sus goles hicieron que Da Silva fuera transferido a Italia en 1991 donde jugó sin mucho éxito para el U.S.
Al año siguiente, retornó a River Plate, donde consiguió ser el goleador en el Torneo Clausura de 1993.
Ese año, Da Silva deja a Boca para fichar por otro grande de Argentina, el Club Atlético Rosario Central, donde con sus goles y experiencia, ayudó a conquistar la Copa Conmebol; el primer título internacional oficial en la historia de aquel club.
Unos años más tarde, repitió el hecho de ser el máximo goleador del fútbol argentino, cuando logró 15 tantos en el Torneo Apertura 1997.