Los Arrieta integraban, en ese momento, una familia artística de hondo y merecido arraigo en las plateas rioplatenses.
Su cuñada fue la actriz Isabel Figlioli, esposa de su hermano Santiago, quien tuvo una gran actividad en Argentina.
Su inicio se marca en los primeros años del siglo XX en el circo uruguayo junto a su familia.
Junto a Carlos Brussa integró una importante compañía dramática con la que presentó decenas de obras.
Con un físico delgado y una voz dolida hizo interpretaciones maravillosas que tuvieron una gran repercusión pública.