Diego consigue el perdón real salvando al rey justo en el momento en que Rosita se dispone a apuñalarlo.
El 1922, la United Artists no había conseguido obtener grandes beneficios todavía a pesar del éxito de películas como Lirios rotos,(1919) El pequeño lord (1921) o Robin Hood (1922).
Como director eligió a Lubitsch que había tenido éxito en Alemania con películas de ese tipo.
[4] La actriz quedó muy descontenta del resultado y prohibió que fuese restaurada mientras vivió.
[2] La principal razón de la poca estima por esta película parece ser que no le gustó la manera de trabajar del director,[2] y aunque inicialmente había sido contratado para hacer tres películas,[3] no volvieron a coincidir nunca más.