Es venerada como santa por la Iglesia católica.
Hija espiritual de los jesuitas, en 1685 abrió en Viterbo una "escola pía" destinada a la instrucción y educación religiosa de los jóvenes más pobres.
Para gestionarla, fundó una congregación religiosa que, con el apoyo del cardenal Marcantonio Barbarigo, el instituto se extendió por otras ciudades del Lacio y en Roma, donde Venerini confió las escuelas a Lucía Filippini, ya que el cardenal Barbarigo no quería que la congregación salió de la diócesis de Viterbo.
Rosa Venerini fue beatificada por Pío XII en 1952 y canonizada por Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006.
Su fiesta litúrgica es el 7 de mayo.