Desde su infancia había tenido relación con los escenarios, y comenzó su carrera profesional con el inicio del siglo XX.
En enero de 1906 su padre empezó a interesarse por la recién nacida industria cinematográfica.
Finalizada la Primera Guerra Mundial, Porten se dedicó a escribir guiones y también se inició como escritora, contándose entre sus obras las novelas Filmprinzeß, Androgyne y Die neue Generation.
En 1927 Rosa Porten dejó su faceta de actriz y siguió escribiendo guiones, trabajando sobre todo en películas interpretadas por su hermana.
En sus últimos años Rosa Porten vivió, bajo el nombre de Therese Eckstein, en Pullach im Isartal.