Rosa Catá (Buenos Aires, Argentina; 1890 - Idem; 1970) fue una de las primeras actrices del cine sonoro argentino.
Se inició desde niña en el teatro, bajo las órdenes de Pablo Podestá.
Tras su paso por la compañía de Enrique Muiño -Elías Alippi, formó rubro artístico con Santiago Arrieta e integró el elenco del Teatro Nacional Cervantes.
En la pantalla grande debutó en 1933 con la película Dancing dando comienzo a una larga carrera fílmica dentro del género musical, donde acompañó a los grandes cantantes del momento como Amanda Ledesma y también hizo una pequeña incursión en el género del sainete criollo en la película Chingolo de 1940 junto a Luis Sandrini.
En 1950 integró la primera comisión directiva del Ateneo Cultural Eva Perón.