Fue nombrado All-American en 1978, llegando ese mismo año a la Final Four de la NCAA, siendo incluido en el mejor quinteto del torneo.
En sus cuatro temporadas colegiales promedió 15,8 puntos y 3,3 rebotes por partido.
En su segunda temporada mejoraría su aportación ofensiva, llegando a los 15,7 puntos por partido, pero esa fue el último año que pasó en el mismo equipo toda la temporada.
A partir de entonces se sucedió un carrusel de traspasos que le hicieron jugar en San Antonio Spurs, Cleveland Cavaliers, Golden State Warriors, New Jersey Nets y Chicago Bulls.
A pesar de ello, al finalizar su carrera profesional tras la temporada 1985-86, había promediado 11,9 puntos y 1,8 asistencias por partido.