Romano Pontifici Eligendo

Supuso un cambio radical con relación a las normas hasta entonces vigentes en materia de elecciones pontificias.

Correspondía al Sacro Colegio Cardenalicio el gobierno de la Iglesia durante el periodo de Sede vacante, pero limitado a los asuntos ordinarios y a aquellos que por su naturaleza no pudieran posponerse hasta la elección del nuevo papa.

Como la propia Constitución Apostólica reconocía, el tercer modo o por escrutinio era el previsto con carácter ordinario para la elección papal.

Caso de ser necesario, se realizarían cuatro votaciones al día, dos por la mañana y dos por la tarde.

Una vez alcanzados los votos necesarios, se le preguntaba al elegido si aceptaba la elección canónica y qué nombre adoptaría, y de no pertenecer al orden episcopal, sería ordenado obispo de forma inmediata.