Romano Amerio

Suizo de lengua italiana, obtuvo el doctorado en Filosofía por la Universidad Católica de Milán, ejerciendo la docencia en su ciudad natal.

Fue consultor de Monseñor Angelo Giuseppe Jelmini, Administrador Apostólico de Lugano desde 1935 a 1968; en dicha condición asistió al Concilio Vaticano II, y pudo conocer de primera mano las disposiciones y escritos del mismo.

Veinte años más tarde, cada vez más opuesto a la discontinuidad litúrgica y doctrinal apoyada sobre el espíritu conciliar, escribió Iota Unum (1985).

[2]​ Su crítica del Concilio, se basa en documentos del magisterio papal como la Quanta Cura de Pío IX, la Lamentabili Sane Exitu de San Pío X, y la Humani Generis de Pío XII, todos centrados fundamentalmente en la condena del modernismo teológico.

Continuación de este libro fue Stat Veritas, publicada en 1997, de forma póstuma.