Roman Ludva

Roman Ludva hizo su debut en el mundo literario con Smrt a křeslo (1996), obra posmoderna que rinde tributo al escritor Jan Čep, aunque al mismo tiempo toma el formato de una historia de detectives clásica.

Su libro siguiente, Žena sedmi klíčů (1997), fue concebido como homenaje al cineasta Alfred Hitchcock, presentando un complicado cuadro de relaciones humanas en el contexto de un secreto oculto.

Después de leer la novela, la pregunta que puede surgir es si todo el libro es sólo un juego del autor con el objetivo de tender una trampa al lector.»[1]​ Su siguiente obra fue el thriller Jezdci pod slunečníkem (1999).

Ludva utiliza un puzzle como tema central y como base de la obra; así, una línea de argumento la constituye la búsqueda del asesino, mientras que la otra consiste en el monólogo del propio asesino.

Poslední ohňostroj (2004) retrata las vidas de cuatro personas en la cuarentena y sus múltiples asuntos amorosos.