Roma criminal (novela)

En esa época, mientras varios grupos del crimen organizado luchaban por hacerse con el control de la ciudad, a la vez que la policía centraba sus recursos en combatir al terrorismo, se gestaba una nueva banda despierta e inteligente que destacó sobre el resto y se hizo con el control de la ciudad aprovechándose de los problemas sociales.

Uno de los guardias inadvertidamente muestra su rostro, lo que le obligó a matar al barón.

La banda inicialmente estableció contacto con el servicio secreto para ayudar en la liberación de Moro, pero más tarde se dan cuenta de que nadie está realmente interesado en salvar la vida del político democristiano.

Al quedarse solo, el Terrible intenta buscar la ayuda del Sardo para encontrar un refugio seguro.

A Patrizia se le compra para que solo sea la novia de Dandi y deje la prostitución abriéndole un burdel de lujo y la banda abre un local donde clandestinamente se mueven a alto nivel el juego ilegal.

En el grupo consigue infiltrarse un representante de la mafia siciliana llamado Nembo Kids, dos agentes secretos apodado Zeta y Pigreco, y un miembro de la extrema derecha llamado el Negro.

La reacción no se hace esperar: El Libanés es asesinado por dos hombres armados en la calles.

Llevan a cabo la venganza del Libanés contra rivales de pequeño calibre.

El Frío intenta matar al Rata, por haber vendido heroína a su hermano Gigio, aprovechando que ambos están detenidos.

Por último, todos los miembros de la banda son liberados gracias a las intrigas del Viejo.

Sólo Buffalo y Ricotta, que fueron capturados en la comisión de un delito, siguen en prisión.

Buffalo incuba un odio rabioso contra el Dandi, consigue ser declarado clínicamente loco y finalmente se escapa de la prisión psiquiátrica.

Mientras tanto, el Frío ha huido a Suramérica con Roberta, la exnovia de su hermano y su nueva amante, por la que lo dejó todo.

Gigio es asesinado, como supuesta venganza por la muerte de Dandi, rumor que había extendido el Seco.