Rol social

[1]​ La teoría del Rol, también denominada función social ha sido desarrollada principalmente en Estados Unidos.

Asimismo, las principales instituciones son la familia, la educación, la religión, la política (el estado) y la economía.

Estas instituciones sociales poseen unas normas implícitas (unas pautas de comportamiento) que los individuos aceptan y asimilan, ya que si no siguen estas pautas, pueden ser rechazados o, incluso, expulsados del grupo.

Para ello, cada individuo acepta la normativa y la aplica en cada una de estas situaciones sociales.

Por una parte, la existencia de roles es restrictiva debido a la necesidad de seguir un guion establecido y/o asumido por el grupo, pero a la vez es también liberadora puesto que facilita las herramientas sociales para desenvolvernos con facilidad por las diversas realidades sociales.

El rol ejercido puede coincidir o no con el comportamiento que se espera por parte del individuo.

En otras palabras, la identidad no es algo determinado, sino que se confiere en actos de reconocimiento social.

Según el sociólogo Bruce Biddle (1986),[3]​ los cinco principales modelos de la teoría del rol son los siguientes: "La teoría del rol, cuando se lleva hasta sus conclusiones lógicas, hace mucho más que proporcionarnos una taquigrafía conveniente para la descripción de las diferentes actividades sociales.

Nos proporciona una antropología sociológica, o sea, una visión del hombre basada en su existencia en sociedad.

[...] Por lo tanto, hablando todavía en términos sociológicos, si deseamos averiguar quién es "realmente" un individuo en este calidoscopio de papeles e identidades, se puede contestar únicamente enumerando las situaciones en que dicho individuo es una cosa y aquellas en la que es otra" (Peter L. Berger[4]​).

Cuando las expectativas externas acerca del cumplimiento de la conducta asociada a un determinado rol concuerdan con las propias expectativas, el papel se desarrolla adecuadamente y es aceptado por todos; sin embargo, cuando esto no ocurre, aparece lo que denominamos conflicto de rol.

Este conflicto puede ser interno —cuando surge del propio individuo—, externo o una combinación de ambos factores.

Para evitar este malestar psicológico, los individuos tratan de desempeñar roles que concuerden con sus creencias y valores aunque esto no siempre es posible.

La comprensión del propio género se logra, aproximadamente, a los 7 años de edad.

Como apunta L. Berger, «las instituciones proporcionan mecanismos y formas de actuar mediante los cuales la conducta se hace modelada, y se ve obligada a ir por unos canales o a seguir unas pautas que la sociedad considera deseables».

Cada rol —y estatus— tienen asociado un determinado léxico, coherente con la estructura social a la que pertenece el individuo.

Cuadro: Las Meninas, de Diego Velázquez, museo del Prado. Con cada persona ocupando un espacio determinado por cada rol social.