En Estados Unidos la mayoría de los ferrocarriles del siglo XIX, contaban por lo menos con una locomotora construida por Rogers.
ALCO utilizó las instalaciones Rogers durante los años veinte como almacén y depósito de piezas, pero eventualmente vendió la propiedad a inversores privados.
La compañía fue renombrada como Rogers, Ketchum & Grosvenor, y se comenzó a diversificar hacia la industria del ferrocarril.
La primera locomotora que la compañía Rogers ensamblo fue realmente fabricada por Robert Stephenson and Company en Inglaterra en el año 1835.
Sandusky incluyó características diseñadas por Thomas Rogers que para la fecha no habían sido utilizadas en la fabricación de locomotoras.
William Swinburne trabajó como jefe de planta hasta el año 1845, cuando se retiró para crear su propia fábrica de locomotoras Swinburne, Smith and Company; igual lo hizo John Cooke, quien trabajó en la planta Rogers y fundó la compañía Danforth, Cooke & Company.