Rodrigo Mannara

Jugaba como delantero y su primer equipo fue Lanús.

Empezó jugando en las divisiones inferiores de Lanús, desde muy pequeño, en donde debutó el año 1999.

En el año 2008 vuelve al club del norte de Chile, donde alcanza, el segundo semestre, las semifinales del torneo de clausura.

En junio de 2009 llega a Universidad Católica pedido por el técnico cruzado Marco Antonio Figueroa, quien lo dirigiera en Cobreloa el año anterior.

Debido a su poca continuidad en Universidad Católica, por su bajísimo rendimiento, en junio de 2010 llega a reforzar al equipo de Unión de Santa Fe, buscando así continuidad y volver a ser la figura que fue en Cobreloa.