Roble de Thor

Muchos robles han sido considerados sagrados y consagrados a Thor, dios del trueno en la mitología nórdica.

El más importante de ellos fue el árbol talado por el misionero cristiano anglosajón san Bonifacio a principios del siglo VIII.

El poeta Friedrich Gottlieb Klopstock lo consideraba un símbolo nacional, y asoció con el caudillo bárbaro Arminio en su obra Hermanns Schlacht.

Acababa de encontrarse con Carlos Martel, quien le confirmó el compromiso del Imperio franco en la misión en Turingia y Hesse.

Como el dios Donar no respondió lanzando un relámpago al misionero, el pueblo accedió a ser bautizado[4]​ estableciéndose así la primera diócesis fuera de las fronteras del antiguo Imperio romano.

Estatua de San Bonifacio en Fritzlar que representa al santo con un hacha tras talar el roble de Thor.
Bonifacio supervisando el talado del Roble de Thor, en una pintura de 1737 en la iglesia de san Martín de Westenhofen, en Schliersee , Alemania .
"Bonifacius" (1905), por Emil Doepler .