Roberto Garretón

Fue hijo del exdiputado Manuel Antonio Garretón Walker y de María Luisa Merino.

Desde 1979 hasta 1990, se entregaron datos a los Relatores Especiales sobre la situación de los derechos humanos en Chile: Abdoulaye Diéyé, 1979 - 1983, Rahjsoomer Lallah 1983 - 1985) y Fernando Volio Jiménez 1985 - 1990.

Este departamento tuvo como tarea el integrar a Chile en los tratados de derechos humanos que no habían sido aceptados por la dictadura.

[2]​ Luego dejar la Cancillería en Chile en el año 1994 se inició su carrera como funcionario internacional de los Derechos Humanos, ese año fue elegido representante en Chile del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

En su rol de funcionario de Naciones Unidas debió asumir distintos encargos en Misiones especiales para reunir información sobre la situación de los derechos humanos en distintos países: Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay, Indonesia (incluido Timor Oriental, durante la ocupación), México, El Salvador, Honduras, Guatemala, Brasil, Argentina, Senegal, Ruanda, Uganda, Zaire (luego República Democrática del Congo), Etiopía, Filipinas, Sierra Leona, Chad, Togo, Malasia, Tailandia, Georgia, Italia, Marruecos, Túnez, Libia.

Durante los años 1994 y 2001, debió ser el Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en el Zaire, luego República Democrática del Congo elaborando informes sobre la delicada situación de este país en una constante guerra civil.

En el año 2009 fue testigo en el juicio contra Tomás Lubanga, ante la Corte Penal Internacional.

Pero ese evento tuvo tal impacto en mi vida personal y profesional que me hizo mirar el derecho con una perspectiva diferente, asumiendo como propia la visión de un filósofo español: “el derecho sirve para la vida, o no sirve para nada”.

Quien fue uno de los primeros en rendir un tributo fue el entonces presidente electo Gabriel Boric quien destacó que el abogado de Derechos Humanos “Fue una persona gracias a la cual muchas otras hoy están vivas”, agregando que:

Al día siguiente se realizó una misa de despedida en la Iglesia San Ignacio.