Roberto François

[2]​[3]​ Como muchos otros supervivientes, Bobby había estudiado en el colegio Stella Maris del barrio de Carrasco y formaba parte del equipo de rugby Old Christians.

[6]​ Dicen sus compañeros que parecía haber nacido sin instinto de supervivencia, desde el momento del accidente, cuando se sentó en la nieve, encendió un cigarrillo y dijo: «¡La quedamos!».

Los demás creían que le daba igual vivir o morirse, tal era su grado de apatía y depresión.

Si le amenazaban con dejar de darle comida si no trabajaba, él respondía «Me parece justo».

[12]​ Bobby ha mantenido un perfil bajo y no se ha dejado ver mucho en medios de comunicación.