Robert Raikes

Vio que la educación sería el mejor camino para llegar a ello.

Las mejores maestras disponibles eran laicas, pero el libro de texto era la Biblia, y el primer plan era enseñar a leer y luego impartir clases de Catecismo.

[1]​[2]​ Raikes utilizó el periódico para promocionar las escuelas y para cubrir sus costos durante los primeros años.

El movimiento comenzó en julio de 1780 en la casa de una mujer apellidada Meredith; sólo asistían varones, y ella simplemente oía las lecciones que los mayores les impartían a los menores.

Raikes publicó, el 3 de noviembre de 1783, un artículo sobre las escuelas Dominicales en su periódico, el cual más tarde apareció en la revista Gentleman's Magazine, y en 1784, en una carta a la revista Arminian Magazine.