Rivaroxabán
Además, rivaroxabán está aprobado a una dosis inicial más alta para tratar la flebotrombosis profunda o el embolismo pulmonar.[3] Diversos ensayos en fase IIb han demostrado ser eficaces reduciendo las complicaciones tromboembólicas de la cirugía ortopédica, como son trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar.[3] Las ventajas son la administración oral (mejora con respecto a las heparinas de bajo peso molecular, que requieren inyección subcutánea), y que no necesita controles analíticos (otra ventaja sobre los dicumarinicos).[4] Recientemente (septiembre-2022), se ha publicado un ensayo clínico en el que se describe que : "Entre los pacientes con fibrilación auricular asociada a cardiopatía reumática, el tratamiento con antagonistas de la vitamina K provocó una tasa más baja de eventos cardiovasculares o muerte que el tratamiento con rivaroxabán, sin una tasa más alta de hemorragia."[5] El ximelagatrán, un inhibidor directo de la trombina, no comercializado debido a efectos secundarios potenciales; un compuesto relacionado dabigatrán ha sido aprobado su utilización en la Unión Europea.En octubre de 2018, se anunció que rivaroxabán no está indicado para la tromboprofilaxis en pacientes sometidos a reemplazo valvular cardíaco (incluido TAVI).Durante mucho tiempo no estuvo disponible un antídoto específico que revierta las propiedades farmacodinámicas del rivaroxabán.