Además, rivaroxabán está aprobado a una dosis inicial más alta para tratar la flebotrombosis profunda o el embolismo pulmonar.
[3] Diversos ensayos en fase IIb han demostrado ser eficaces reduciendo las complicaciones tromboembólicas de la cirugía ortopédica, como son trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar.
[3] Las ventajas son la administración oral (mejora con respecto a las heparinas de bajo peso molecular, que requieren inyección subcutánea), y que no necesita controles analíticos (otra ventaja sobre los dicumarinicos).
En los estudios, se han utilizado dosis entre 2,5-10 mg una o dos veces al día.
"[5] El ximelagatrán, un inhibidor directo de la trombina, no comercializado debido a efectos secundarios potenciales; un compuesto relacionado dabigatrán ha sido aprobado su utilización en la Unión Europea.