Fue profesor universitario en la Universidad de Morón e investigador del CONICET.
En 1976 se convirtió en profesor asistente en botánica agrícola, y dedicaría el resto de su vida al estudio sistemático de las plantas.
Continuó enseñando y desarrollándose al mismo tiempo como investigador taxonómico.
En 1981, publicó revisiones de la familia Misodendraceae y del género Lathyrus, los cuales eran para la "Flora Patagónica", y desde ese punto comenzó a trabajar con Maevia Correa en este proyecto, la creación de monografías para 13 familias.
En 1993 se trasladó a Tucumán para trabajar en la Fundación Miguel Lillo, realizando estudios sistemáticos de Valerianaceae, Violaceae y Calceolaria, los cuales quedaron inacabados a su muerte después de una breve lucha con una enfermedad cruel dos años después.