Los diques se encontraban colmatados y colonizados por la vegetación de ribera.Las administraciones públicas, obviando los informes negativos de los técnicos, autorizaron la construcción del camping en el cono de deyección del torrente suponiendo erróneamente que la intervención hidrológico-forestal y el encauzamiento escalonado existente en el abanico aluvial garantizarían su seguridad.Sin embargo el fatídico día se produjo una gran tormenta en la cabecera del barranco, con precipitaciones que los técnicos situaron entre 200 y 250 mm, con unos ocho minutos en los que la intensidad pudo llegar a 500 mm/hora.Un importante volumen de agua cargado de troncos y rocas bajó por el barranco, para arrasar el camping sin respetar el canal que se le había preparado al agua.Aparecieron cadáveres a 17 km de distancia en un embalse aguas abajo, en Sabiñánigo.Hay lugares peligrosos y nuestra planta cicatriza las heridas del paisaje, pero su presencia debe alertarnos.Sin embargo, las masas repobladas tuvieron un buen comportamiento de protección del suelo.Así, pese a las grandes intensidades de lluvia registradas, no se produjo erosión en las laderas.Tras la tragedia se destinaron grandes sumas a una nueva intervención hidrológica en el torrente de Arás.En la repoblación forestal se aprovecharon los muros de piedra ya existentes.
Nuevo encauzamiento construido en el cono de deyección, con mayor capacidad que el original que ha sido restaurado