Quercus faginea

El quejigo es un árbol semejante a la encina, aunque de follaje caduco y menos denso.Las hojas son de color verde lustroso por el haz y pálido por el envés, con el borde recorrido por dientes poco profundos, a veces punzantes; semicaducas o marcescentes, se pueden encontrar en pleno invierno hojas que conservan su color verde; las marchitas permanecen largo tiempo en sus ramas antes de caer.[1]​ Son típicas del quejigo y otros robles las agallas (abogallas o gállaras), de cuyo nombre latino, cecidium deriva el nombre castellano de este árbol.Su madera es buena para construcción, en forma de vigas, para leña y carbón vegetal.Habita en la región mediterránea occidental; en la península ibérica, siendo escasa o faltando solo en comarcas del norte (parece ausente de Galicia), aparece en mayor o menor abundancia en todas las demás regiones peninsulares.Es un árbol que forma híbridos fácilmente con otros quejigos (Quercus canariensis Willd.)Quercus faginea fue descrita por Jean-Baptiste Lamarck y publicado en Encyclopédie Méthodique, Botanique 1: 725.
Detalle del tronco.
Agallas.
Detalle de las hojas.