El Estado soy yo

[1]​ La expresión identifica al rey con el Estado, en el contexto de la monarquía absoluta.

No obstante, tal frase no consta en las actas de las reuniones del Parlement, por lo que se duda que tal anécdota sea verídica, pudiendo ser apócrifa, como tantas otras frases célebres.

[6]​ En sentido opuesto se tiene que Luis XIV dijo en su lecho de muerte (1715): «Je m'en vais, mais l'État demeurera toujours» ("Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá").

[14]​ A pesar de que ha sido común hacerlo a posteriori,[15]​ no parece que el simbolismo solar del baile (en el que el rey iba caracterizado como Apolo) pueda interpretarse como una aplicación del sistema heliocéntrico (condenado por la Iglesia en ese momento -proceso de Galileo, 1633-).

La elección del sol como emblema significaba para sus contemporáneos la identificación del rey con el astro que da la vida y simboliza el orden y la regularidad: los cortesanos asistían a las actividades cotidianas de Luis XIV, desde que se levantaba hasta que se acostaba, como quien contempla el curso diario del sol en el cielo.

El Toisón de Oro con el diamante azul de la Corona (la piedra más cercana al vellocino).
Luis XIV representa a Apolo en un baile.