El período estaba caracterizado por una agitación civil, policial y militar en Etiopía para protestar contra el debilitado gobierno de Haile Selassie.
[5] La mayor parte de la población vivía en el área rural, sufriendo periódicas sequías y enfrentando continuas hambrunas, en tierras cuya eran propiedad del Negus, la nobleza o la Iglesia Ortodoxa Etíope, quienes en ocasiones exigían tributos altísismos a los campesinos empobrecidos.
Dicho descontento fue promovido principalmente por el Partido Revolucionario del Pueblo Etíope (PRPE) y por el Movimiento Socialista Panetíope (MEISON), quienes organizaron diversos actos de protesta al régimen imperial, que se sumaban a las rebeliones campesinas y las protestas estudiantiles.
En distintos lugares del país estallaron motines militares, ocurriendo el primero en Asmara, entre quienes desde hace años luchaban contra los grupos independentistas eritreos.
El Derg gobernó el país hasta 1987, año en el que se proclamó la República Democrática Popular de Etiopía.