Para abaratar costes en la mayoría de las diversas revistas publicadas, en el interior se emplean muy pocas tintas diferentes, siendo típico usar solo una tinta, que suele ser negra, obteniéndose escalas de grises (como ocurre en los Manga) mediante las imprentas o en épocas pasadas, cuando la maquinaria era más costosa y rudimentaria, recurriendo a técnicas como el claro-oscuro para darle mayor riqueza.Hay, sin embargo, variantes según la tradición historietística a la que pertenezca: Desde el comic book en Estados Unidos, al pepín en México o el tebeo en España.En los últimos años del siglo XIX comienzan a aparecer editoriales que emplearon la técnica de la encuadernación en rústica y la publicación editorial masiva para comercializar ejemplares literarios de forma barata, y por tanto accesible a personas con menor capacidad económica.[5] Este tipo de publicaciones eran además más propicias para el intercambio y el préstamo (por una pequeña cantidad de calderilla) en kioskos, ya que su escaso valor económico, su abundancia y su escasa durabilidad física no motivaban el coleccionismo.Este tipo de encuadernación existe desde mediados del siglo XIX, pero tomó popularidad hacia 1930.[7] Las expresiones "Novelas" (o "Historias") "Gráficas para adultos" que teóricamente se dirigían a lectores "adultos", se usaban de subtítulo para seriales de mediana extensión[8] en formato vertical[9] en contraposición a los cómics publicados en formato apaisado.Además antihéroes y superhéroes llenan obras de personajes que luchan por la justicia, sometidos a ambientes tenebrosos.Las revistas Chiquilladas, Domingos Alegres, Paquín, Paquito, Chamaco, Mortadelo, Super Pulgarcito, Gran Pulgarcito, El Pingüino, Barrabases, Cosquillas, Patoruzú, Rayo Rojo, Cinemisterio, Hora Cero, Frontera, Frontera Extra, Misterix, Hora Cero Semanal, Hora Cero Extra (Mensual), y muchas otras fueron destinadas al público infantil y juvenil.Dentro del mercado adulto y más dedicadas a la sátira política destacaron las chilenas Topaze, El Pingüino, Pobre Diablo, españolas: Hermano Lobo, La Codorniz, las francesas Hara-Kiri Charlie Hebdo o la argentina Hum®, o Humor Registrado.Más recientemente en España, se producen revistas como Amaníaco, BD Banda, Cthulhu, El Jueves, El Manglar y TMEO.
Planet Stories
, portada por Allen Anderson (julio de 1952) de una publicación periódica de
Pulp
fiction.