Es considerado uno de los grandes del tebeo clásico español, sobre todo en su vertiente realista, aunque su trabajo para el mercado británico también fue muy importante.
Fue llamado a filas al comenzar la guerra civil española, y combatió en el ejército republicano como parte de la denominada Quinta del biberón.
La editora Consuelo Gil lo llamó para colaborar en su semanario, Chicos, en el que Blasco publicaría sus obras más importantes.
Para la revista Mis Chicas, también editada por Consuelo Gil, creó a otro personaje entrañable, Anita Diminuta (1941), y publicó la historieta Los tres inseparables (1943).
Finalmente, también inventó páginas enteras para la edición española de Flash Gordon, que no respetaba la original.
No participó en el boom del cómic adulto en España, aunque le hubiera gustado, ya que las revistas españolas no pagaban lo suficiente para mantener al equipo de trabajo que constituía con sus hermanos.
Ejerció como profesor en la Escola Joso desde finales de los años 80 hasta su fallecimiento.
Falleció en 1995, el mismo día que otro gran historietista español, Manuel Vázquez Gallego.
Blasco comenzó desarrollando un estilo caricaturesco (cartoon), sintiéndose fascinado por autores como Floyd Gottfredson y Elzie Crisler Segar, aunque como él mismo comenta, "los editores fueron pidiéndome otras cosas".
[12] Lamentablemente, debido a las mezquindades de la industria española del tebeo, en muchas ocasiones tuvo que acceder a trabajos de encargo que, aunque magníficamente realizados, no le permitían desarrollar al máximo sus extraordinarias dotes artísticas.