Revista Internacional del Trabajo

Los artículos publicados son seleccionados por un consejo editorial (por el método "doble ciego") compuesto por expertos independientes en las diversas ciencias del trabajo provenientes de distintas universidades del mundo.Está indizada en dos rúbricas del Journal Citation Reports © Ranking: 2014: 23/26 (Industrial Relations & Labor); 303/333 (Economics), así como en ABI/INFORM, Academic Search Premier, Business Source Elite, Latindex y Dialnet, CIRC (grupo C), y se le ha asignado un ICDS de 6.477.[1]​ Esta Revista es miembro de la International Association of Labour Law Journals.En ella han publicado prestigiosos pensadores del ámbito del trabajo y del empleo, las relaciones laborales y la seguridad social, entre ellos siete galardonados con el Premio Nobel: Léon Jouhaux, Bertil Ohlin, Alva Myrdal, W. Arthur Lewis, Jan Tinbergen, Amartya Sen y Joseph Stiglitz.[4]​ Tal como describe Thomas, en esta primera época se trata de un boletín mensual que incluye varias secciones en las que se proporcionan estadísticas, noticias en el ámbito tanto industrial como jurídico, notas y reseñas bibliográficas.En aquellos momentos, sin embargo, no todos los autores provienen del mundo académico, sino que, como anuncia Thomas a la Conferencia, pueden ser «publicistas, economistas, empleadores y líderes de organizaciones sindicales».[6]​ Esta afirmación induce a pensar, asimismo, que la RIT podría ser la revista más antigua de carácter internacional especializada en ciencias del trabajo, aunque no se dispone de otros datos que corroboren dicha hipótesis.[13]​ En la actualidad, la RIT acepta artículos no solicitados en los tres idiomas, inglés, español y francés, que se traducen sistemáticamente a los otros dos, por lo que las tres ediciones pueden considerarse originales, en función del idioma de los artículos aceptados.En la RIT han publicado siete premios Nobel: Léon Jouhaux, Bertil Ohlin, Alva Myrdal, W. Arthur Lewis, Jan Tinbergen, Amartya Sen y Joseph Stiglitz.Otros autores destacados han sido Abba Lerner, Michal Kalecki y Alain Supiot.El artículo describe cómo la primera Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) definió «el carácter general de la reglamentación internacional del trabajo, teniendo en cuenta al mismo tiempo las reivindicaciones esenciales del movimiento obrero y la aplicación de las normas a los trabajadores de la industria».Al poner en el centro las políticas familiares, incluida la «reforma de la legislación sobre cuestiones sexuales», Myrdal y el propio modelo sueco adoptan una perspectiva que permite la integración plena de la mujer en la vida activa y la redistribución equitativa de la renta, como describe el artículo.Sir Arthur Lewis publicó en la RIT en 1969[21]​ un artículo en el que analiza las causas del desempleo en los países en desarrollo.Este Nobel defiende que «el mayor obstáculo para la buena elección de las industrias más indicadas para los países en vías de desarrollo es en este momento la política comercial restrictiva que siguen los países desarrollados».Defiende asimismo un enfoque del trabajo que integre tanto los aspectos económicos como los políticos y sociales en el marco de los valores democráticos y, por último la necesidad de superar el planteamiento internacional, «inevitablemente parasitario de la relación entre naciones», para avanzar hacia una acción basada en un planteamiento verdaderamente mundial, o universal, que «no tiene por qué ver a los seres humanos sólo (ni siquiera básicamente) como ciudadanos de uno u otro país, ni aceptar que las interacciones entre ciudadanos de distintos países tengan que ser mediadas por las relaciones entre entidades nacionales».Joseph Stiglitz publica dos artículos en la RIT, uno en 2002[28]​ (un año después de recibir el premio Nobel) y otro en 2009,[29]​ en plena Gran Recesión.Denuncia la visión de la economía clásica, que considera el trabajo como una mercancía, así como la infrarrepresentación de los trabajadores y los fallos «generalizados» del mercado, y se opone a las políticas liberales por considerar que no tienen en cuenta la justicia social en la búsqueda de la eficacia económica.Hace referencia a Keynes y a la Gran Depresión, afirmando que el problema, tanto entonces como en la crisis de 2009, fue el desplome de la demanda agregada, que podría agravarse si se flexibilizan demasiado los salarios.