Retranca

Se coloca la retranca en la parte posterior del animal rodeando las piernas y, para estar bien colocada, ha de quedar como dos pulgadas más baja que la punta de la nalga terminando los dos extremos en la parte inferior de los ijares.

La retranca se corresponde con el cejadero largo por su parte anterior, con los tirantes por la inferior y anterior, y queda sujeta posteriormente por el trozo corredizo y caídas del gruperín mediante sus chapas de concierto.

La cara interna de la retranca debe estar guarnecida por cuero en su parte posterior y aún mejor rehenchida de pelote para disminuir los efectos del ludimiento en las grandes bajadas.

[1]​ La retranca permitía que el caballo mantuviera o frenara la carga, ya que previamente, los arneses para caballos se sujetaban a los vehículos con correas alrededor del cuello, ya que los mismos fueron diseñados para fijarse alrededor del cuello del caballo, lo hacía imposible que el caballo tirara de cargas muy pesadas.

[2]​ La retranca actuaba como un freno cuando un carruaje se deslizaba hacia adelante en cuesta abajo y también hacía posible maniobrar el carruaje en reversa.