La retinopatía por cloroquina es una enfermedad ocular que afecta a la retina, la zona del ojo sensible a la luz en la que se encuentran las células fotorreceptoras que son los conos y los bastones.
La cloroquina es un medicamento que se empleó inicialmente para el tratamiento del paludismo, pero posteriormente se mostró eficaz para tratar la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades del colágeno.
[1] Los síntomas principales consisten en déficit de capacidad visual, visión distorsionada, dificultad para enfocar, alteraciones en la correcta percepción de los colores y presencia de escotomas, es decir zonas ciegas en el campo visual.
[2] Los factores de riesgo que hacen más probable la aparición de la retinopatía por cloroquina son:[2] Se recomienda que los pacientes en tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina sean revisados por el oftalmólogo cada 1 o 2 años.
Cuando se presentan signos de la enfermedad, debe suspenderse la utilización del fármaco, sin embargo en ocasiones el mal sigue progresando a pesar de haber dejado el medicamento responsable.