Se puede añadir como un copolímero durante la polimerización de un polímero, mezclado con el polímero en un proceso de moldeo o extrusión o, en especial para textiles, aplicado como un tópico final.
Los primeros retardantes de llama, bifenilos policlorados, fueron prohibidos en EE.UU en 1977 cuando se descubrió que son tóxicos,[3] y a nivel internacional desde 2001.
Desde 2004, la Unión Europea ha patrocinado numerosos estudios científicos para evaluar la toxicidad de los retardantes de llama bromados y buscar alternativas con menor impacto ecológico.
[6][7][8] Simultáneamente, múltiples organismos internacionales, como la EFSA en la Unión Europea y EPA y FDA en Estados Unidos, han llevado a cabo estudios complementarios y propuesto restricciones adicionales en el uso de compuestos con retardantes de llama, haciendo especial énfasis en los materiales, como cables eléctricos, empleados en lugares de gran afluencia pública.
Un incendio puede tener consecuencias devastadoras no solo en términos económicos, sino también en la salud y seguridad de las personas.