Restricciones verticales

[2]​ En México, las prácticas monopólicas relativas son reguladas por la Ley Federal de Competencia Económica, la cual aborda 13 conductas que pueden ser sancionadas si se demuestra que afectaron el bienestar del consumidor y que no generaron ganancias en eficiencia mayores a sus efectos anticompetitivos (como la introducción de nuevos bienes o servicios, o la reducción en costos mediante la innovación).

Las restricciones "intra-marca", como el mantenimiento del precio de reventa, hacen referencia a los acuerdos que impactan la competencia dentro de una misma cadena productiva y afectando los productos fabricados por un fabricante en particular.

[2]​ Las restricciones verticales pueden tener graves efectos en la competencia, como la exclusión de empresas del acceso al mercado, lo cual puede provocar una reducción de la competencia al limitar o desincentivar su entrada o participación en el mercado.

Las externalidades resultantes del “free-riding” (parasitismo) también pueden aplacarse con restricciones como la distribución exclusiva o selectiva, que protegen las inversiones y fomentan una competencia más justa.

Esto beneficiaría a las empresas, pues tendrían menores costos y un mayor volumen de ventas, al igual que a los consumidores, que podrían aprovechar precios más bajos y una mayor disponibilidad de productos en el mercado.