A diferencia de la reanimación cardiorrespiratoria, este método no implica las compresiones torácicas para avivar la circulación sanguínea.El organismo puede sufrir de falta de oxígeno en la siguiente circunstancias: cuando el aire que respira contiene poco oxígeno, como en las grandes altitudes, o contiene otros gases no respirables; cuando se bloquea o se obstruye el paso de aire hasta el pulmón, como en la sofocación o ahogo por inmersión; cuando el corazón fracasa en su empeño de hacer circular la sangre, como en la insuficiencia cardíaca o en el colapso grave; cuando los movimientos respiratorios son demasiado débiles como consecuencia de una parálisis de células del centro respiratorio o de un obstáculo en la transmisión nerviosa hacia los músculos respiratorios, como en el shock eléctrico, en la intoxicación barbitúrica o alcohólica y en los traumatismos craneales.La actuación inmediata, siempre que la respiración se detenga, de es importancia vital.Además las personas poco fuertes, incluso un niño son capaces de practicarlo en individuos corpulentos.Impuesto por sus garantías de éxito consiste en los siguientes movimientos:
Una máscara de bolsillo para CPR, junto con su estuche para transporte.
Típica postal de una reanimación en progreso, con una bolsa Ambu en uso ("bolseo").