En el mismo día, el líder de Hezbolá Hassan Nasrallah, dijo que su milicia cumpliría con la demanda para un alto al fuego.
Annan reveló que “una vasta mayoría de los miembros del Consejo hubiesen preferido un lenguaje más fuerte” ante los acontecimientos.
El embajador de Israel, Dan Gillerman, en su réplica, insistió en que Israel se mantendrá en territorio libanés hasta tanto una fuerza internacional distinta de la actual, más “robusta, profesional y bien armada”, se desplegara en el terreno.
[7] La Unión Europea se vuelca en ayudar humanitaria y militarmente a Líbano e Israel.
[11] Los líderes de todo el mundo alabaron el acuerdo, mientras apuntaban que con ellos no terminó la crisis.
Nasrallah, en un discurso televisado en el Al-Manar de Hezbolá, dijo: "No seremos un obstáculo a cualquier decisión llegada por el gobierno libanés.
[cita requerida] El gobierno francés criticó las reglas en que podrían luchar las fuerzas de ONU.
"[14] El Jefe de FINUL, Alberto Asarta Cuevas afirmó que aviones israelíes realizan incursiones continuamente en el esapcio aéreo libanés y violan la resolución 1701.
[15] Hasta febrero de 2009, muchos puntos clave en la resolución seguían siendo insuficientemente tenidos en cuenta.
[16] En 2009, Israel presentó una queja ante la ONU denunciando que el Líbano no estaba cumpliendo con la resolución después de que un cohete Katyusha fuese lanzado desde el Líbano y aterrizase junto a una casa en el norte de Israel e hiriese a tres personas.