Estos materiales de descarte son peligrosos debido a que pueden estar infectados con enfermedades infecciosas.
Desde la antigüedad, se usaron diferentes métodos para tratarlos, esto es, para eliminar los elementos patógenos que pudieran contagiar (virus, bacterias, esporas, etc).
Pero se descubrió que todo tipo de incineración genera dioxinas, sustancias cancerígenas peligrosas.
Otro sistema en uso es de los autoclaves que eliminan los patógenos, aunque su uso requiere mucho manipuleo (cargar las bolsas y sacarlas después del tratamiento).
El sistema por microondas es efectivo, pero no admite elementos metálicos (agujas, escalpelos, etc.) por lo que su uso es complicado.