Como contrapunto, en las zonas más bajas se observan comunidades de tabaibal-cardonal.
Entre los endemismos locales con presencia en la zona destacan una chajorra propia (Sideritis infernalis) y un tajinaste (Echium sventenii).
De entre los vertebrados con presencia en el área protegida, las aves más abundantes son el cernícalo (Falco tinnunculus canariensis), el halcón de Berbería (Falco pelegrinoides) y la aguililla (Buteo buteo insularum).
Finalmente, se puede encontrar la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) que nidifica en las zonas interiores de los barrancos.
La zona es muy importante a nivel arqueológico, pues existen cientos de cuevas que albergaron a muchísimos aborígenes guanches, además de cuevas con grabados rupestres.