Entre sus principales valores se encuentran el argán, la mayor población de drago y varias especies de euforbias suculentas y cactiformes.
Entre las especies animales más relevantes está el Ibis eremita que cuenta en la reserva con su única población natural viable en el mundo, además de un gran número de elementos etiópicos que se mezclan con especies paleárticas y un notable número de endemismos.
Su particularidad es la relación que el hombre tiene con el argán, de cuyo fruto se obtiene un aceite muy apreciado en cocina y cosmética, y cuyo follaje proporciona forraje para el ganado caprino.
En particular es interesante que numerosos endemismos macaronésicos cuentan también con representantes en esta región.
[3][4] Algo semejante ocurre con el género Aeonium o con algunas comunidades vegetales.